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N° 91 El encargado de Negocios de S.M. manifiesta el estado de las relaciones diplomáticas entre esta República y las del Perú y Nueva Granada
[p. 2] Muy Sr. Mío: desde que con fecha 21 de Abril último, tuve la honra de ocupar la atención de V.E. sobre las poco amistosas relaciones diplomáticas existentes entre el Ecuador y la República del Perú, estas relaciones lejos de mejorarse no han hecho sino adquirir un grado mayor de acritud y hostilidad, y confirmar mas y mas los temores que expresaba a V.E. relativos a un probable rompimiento entre ambos Estados.
El Sr. Cavero ha presentado por fin a este Gobierno un ultimátum en que el del Perú pide categórica e inmediatamente:
1° que el Ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador declare “que no ha tenido ánimo deliberado de insultar a la Nación Peruana en la conferencia con el Sr. Encargado de Negocios de Venezuela al emplear las expresiones de: “sórdida y menguada protección peruana” (dispensada a Flores [sic]), “y que además reconoce la conducta noble y generosa del Perú cuando su hermana y vecina República del Ecuador ha recurrido a ella en sus conflictos.”
2° “Promete formalmente que en lo sucesivo el lenguaje periodístico observará respecto del pueblo peruano y su gobierno, la mesura y circunspección propia de países civilizados.”
Este Gobierno ha contestado a dicho ultimátum de una manera oscura y evasiva; y esta respuesta se comprende, pues [p. 3] ha enviado a Lima a su Ministro de Hacienda, Sr. Francisco Icaza con la misión especial de arreglar allí esta cuestión. El Sr. Cavero sin embargo se prepara a dejar esta capital como consecuencia lógica de la respuesta que ha recibido.
Grande es la energía y la dignidad que despliega el Gobierno peruano en las comunicaciones que dirige a su Representante en Quito, y es de desear que si la cuestión desciende al terreno de los hechos, lo que todavía me lisonjeo en dudar, reflexione mucho antes de realizar las amenazas que aquellas contienen.
El cambio operado en Venezuela de que se tuvo noticia en esta ciudad sin el menor antecedente y con mucho atraso, no creo sea tampoco favorable a este Gobierno para su cuestión Florez. Este personaje está íntimamente ligado con los que han derrocado al General Monagas, y según se dice ha recibido una apremiante y amistosa invitación del Presidente provisional, Sr. Castro, para que se presente en aquella República.
Nueva Granada que ha largo tiempo reclamaba en vano sobre varias cuestiones cerca del Gobierno ecuatoriano, cansada de ningún resultado de sus reclamaciones, las ha formulado al cabo de una manera hostil y perentoria, y al mismo tiempo su Presidente, Sr. Ospina, hace discutir en las Cámaras neogranadinas el permiso de declarar la guerra al Ecuador, sino da pronta y favorable resolución a dichas reclamaciones. A la fecha de las últimas noticias recibidas en Quito, el Gobierno de Bogotá llevaba ganados los dos primeros debates en el Senado, y no se presentaba dudoso en ambas Cámaras el triunfo de la autorización pedida.
[p. 4] Los capítulos de queja presentados al Ecuador por N. Granda son los siguientes:
1° Sustracción por el Ecuador a Nueva Granada de las cantidades correspondientes a los créditos pasivos del Perú a Colombia, por valor de $152.518 que asegura la segunda ha percibido el primero antes de 1853.
2° Violación de derechos de neo-granadinos, residentes o transeúntes en el Ecuador.
3° Invasiones de territorios granadinos por autoridades ecuatorianas.
4° Enajenación de terrenos granadinos por el Ecuador a sus acreedores Británicos.
A todo esto a contestado el Gobierno del Ecuador, apremiado por la actitud agresiva tomada por el Gobierno de Nueva Granda, y más tarde podré poner en conocimiento de V.E. la fuerza que en el ánimo de este hayan hecho las razones aducidas por el ecuatoriano.
Sin embargo, de temer es que aunque estos motivos ostensibles de queja no lleguen a producir ahora un serio rompimiento entre ambos países, el peligro subsista siempre. Y la razón es patente para todos los que de cerca han podido observar el nuevo giro que ha tomado la marcha política en la vecina república granadina. Las ideas que ahora imperan en ella son las conservadoras, y su Presidente representa la parte, por decirlo así: aristocrática, enemiga declarada del partido rojo. En el Ecuador predominan las ideas contrarias, su gobierno se ve pues amenazado por Nueva Granada de un lado y por el Perú del otro, y no tiene más posibilidades de salir de la crítica situación en que se encuentra, [p.5] que promoviendo el triunfo de sus ideas en ambos países limítrofes. El General Urbina, que si bien carece de moralidad política, no le falta ciertamente talento, así lo ha comprendido, y el motivo oculto de esta desavenencia en Nueva Granada, no es más, según se asegura, que los manejos de este personaje, para hacer estallar en ella una reacción que vuelva el poder al partido demócrata puro. Esto lo ha sabido el Presidente Ospina, y hasta posee, según se dice, documentos que prueban la complicidad de Urbina en estos planes de trastorno. El fondo de la cuestión no es por lo tanto el que aparece en las reclamaciones, es cuestión de principios y de existencia para el Gobierno de Nueva Granada, el cual es muy probable que a la sombra de los motivos oficiales lleve secretamente la mira de derrocar la actual administración del Ecuador, para que la sustituya otra más en armonía con las ideas del Gabinete de Bogotá y le inspire la confianza que indudablemente no le inspira este.
Mas es, Excmo. Sr., la opinión de muchas personas sensatas y experimentadas de esta República, con respecto a la presente desavenencia entre ambas Naciones. Difícil es sin embargo, en estos países augurar nada probable en materias políticas; pues rara vez corresponden los hechos a las más lógicas deducciones.
Dios que gue á V.E. muchos años. Quito 20 de julio de 1858.
Excemo Señor,
B.L.M de V.E.
Su mas atneto, seg.º servirdor,
[signo, rúbrica:] Eduardo Romea
Ficha temática
- Referencia bibliográfica: Archivo Histórico Nacional-Fondo Histórico Ministerio de Asuntos Exteriores, H2385, Romea a Primer Secretario de Estado-Istúritz, 20 de junio de 1858.
- Autor: Romea, Eduardo
- Año: 1858
- Lugar: Quito
- Período: El movimiento de rearme naval, la Unión Liberal y la planificación de la escuadra (1858-1862)
- Tema: Culturas políticas y visiones de lo global
- Contexto: El lector tiene ante sí un informe en el que Eduardo Romea, Encargado de Negocios de España en Quito, le da cuenta al gobierno de las tensiones diplomáticas que aquejan en sus mutuas relaciones a los Estados que hasta 1830 habían formado parte de la Gran Colombia. El puntilloso relato de Romea no atiende únicamente a una vocación informativa, sino, además, a unos presupuestos geoestratégicos propios del panhispanismo liberal-conservador: el representante enfatiza el estado caótico que se ha cronificado en las repúblicas escindidas de la Monarquía española y con ello favorece la idea de que su sistema político es incompatible con su consolidación como Estados soberanos. Atendiendo a otros escritos de Romea y a la tradición antirrepublicana del hispanismo moderado, podemos inferir que otro mensaje se desprende del informe: solo la intervención de las potencias europeas, y particularmente de la antigua metrópoli, puede generar un marco de orden público y paz interestatal susceptible de consolidar la independencia de las repúblicas hispanoamericanas y su puesta a salvo de los potenciales peligros derivados del expansionismo estadounidense. Imperialismo e internacionalismo hispánico se funden en el ideario antirrepublicano del representante español.
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